El domingo 15 de septiembre al mediodía se realizó la clausura del centenario del breve ‘Religiosas familias’ promulgado por el Papa Pío X en 1912. Este breve constituyó a los agustinos recoletos como Orden independiente.
El acto religioso se realizó en la Parroquia Santa Florentina, en la calle Longares, 8, de Madrid. Desde las 11.30 comenzaron a llegar los convocados. La comunidad anfitriona, integrada por fray Juan José Ceballos, fray Wilmer Moyetones y fray Juan Carlos Maldonado, a quienes se sumaron, desde primeras horas, fray Daniel Ayala, fray Jesús Mego y fray Sofiano Ayquipa, ultimaban detalles y acogían a los que llegaban poco a poco.
A las 12.00 horas tuvo lugar la procesión de entrada; con las notas y letras del himno “Señor, tú nos hiciste para ti…” La comitiva estuvo conformada por los obispos agustinos recoletos monseñor Fortunato Pablo, monseñor José Luis Azcona y monseñor Jesús Moraza, y treinta sacerdotes de la Orden.
El templo quedó completamente lleno: religiosos de las cuatro provincias de la Orden en España y de la curia general; misioneras agustinas recoletas, miembros de la fraternidad agustino-recoleta, jóvenes de los grupos JAR, y feligreses de nuestros ministerios. La misa, de la fiesta de Nuestra Señora de la Consolación, sirvió de cauce a los diferentes momentos de la acción litúrgica que transcurrió con solemnidad y sobriedad. El monitor, fray Juan Carlos Maldonado, puso marco a celebración y presentó las lecturas; fray Jesús Mego actuó de acólito; fray José Ramón Pérez, al hilo de las lecturas y del pasaje de las Bodas de Cana, recordó, en la homilía, el significado de este centenario.
Resultó significativa y lucida la presentación de las ofrendas: después del pan y vino, se entregó un detalle floral, un pequeño cirio con los signos de la Orden, el logo del centenario y un pergamino con el texto de la bula “Religiosas familias”. Del mismo modo, contribuyeron a la belleza de la celebración las voces e instrumentos de los profesos de Las Rozas con sus canciones, especialmente agustinianas; todos sumaron sus voces a las del coro.
Al finalizar, el prior provincial, fray Daniel Ayala, agradeció la presencia de todos en la fecha. Con el agradecimiento, invitó a participar y a unirse al agasajo que la comunidad parroquial había preparado en el salón de la parroquia.
Después de la bendición solemne de los tres obispos, los presentes degustaron de un apetitoso aperitivo, aderezado y servido por la comunidad parroquial. La comunidad religiosa y el provincialato invitaron el almuerzo a los señores obispos, a los provinciales y a las hermanas misioneras agustinas recoletas.
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